La constancia y la perseverancia son habilidades que te permitirán continuar en tu camino al éxito como emprendedor, pero a estas características habría que sumarle la importancia de ser capaz de tolerar el fracaso y superarlo.
Es casi imposible encontrar a un emprendedor que haya conseguido el éxito absoluto con su primera empresa, puesto que llegar a la cima suele ser un proceso que requiere de esfuerzo, perseverancia y, sobretodo, capacidad de reconocer los errores y estar dispuesto a superarlo.
Nadie quiere pensar en el fracaso, pero es momento de cambiar esta visión y dejar de verlo como una experiencia negativa, como un fracaso personal, y comenzar a pensar en esta experiencia como valiosa oportunidad para seguir aprendiendo.
Nuestros errores están ahí para que aprendamos de ellos, eso es lo que te convierte en un verdadero emprendedor, la capacidad de equivocarte, reconocerlo y solucionarlo. Es cierto que el riesgo, sobretodo el económico, es grande y aterra la idea de perder todo lo que hemos invertido en este proyecto, pero por ello es importante que al asumir la idea de una nueva empresa consideres todos estos factores y estés preparado para enfrentarte a ellos en caso de un posible fracaso.
A menudo se suele decir que al emprender no hay que pensar inicialmente en el fracaso y debemos, en cambio, mantener una actitud positiva con una mentalidad ganadora. Pero ello no implica que no debas prepararte por si las cosas salen mal. ¿No es más exitoso aquel que falla y sabe como reaccionar ante este fracaso?
Es hora de cambiar: deja de ver al fracaso como un obstáculo y comienza a verlo como un paso más en tu camino al éxito. Pronto verás como esos fracasos son los que te ayudaron a llegar hasta lo que eres el día de hoy.